Diego nos cuenta cómo la yerba pasó de ser una planta medicinal a nociva para nuestra salud
Diego vive en el Norte de Misiones, un lugar soñado bien cerca de las Cataratas de Iguazú, en donde la selva es densa, la biodiversidad abunda e incluso árboles emergen sobre las ramas de otros con tal de llegar a recibir la luz del sol.
En ese mismo lugar, es muy común que los agricultores se dediquen a la producción de la yerba y fue él mismo quien pudo contarnos cómo funciona la dinámica de oferta-demanda hace décadas. Todos sabemos que las tecnologías y maquinarias redujeron los puestos de trabajo en gran medida, sin embargo, nada lo ha hecho más que el uso de herbicidas.
Diego nos dice que, a modo de que la labor de los locales sea rentable, se ven obligados a usar el producto Roundup de la empresa Monsanto, el cual es el veneno más efectivo en contra de las hierbas invasivas de las plantaciones.
Nuevamente en este juego oferta-demanda la pelota está de nuestro lado de la cancha: los consumidores. En la medida que nosotros y, desde ya, los grandes mercados nacionales y extranjeros no estén dispuestos a invertir más por que la yerba pueda llevar un proceso orgánico, nunca llegarán a generar más puestos laborales para que la gente realice un seguimiento más minucioso de las plagas en las plantaciones.
Al mismo tiempo se da una lamentable situación en términos de salud, siendo que la yerba pasa de ser una planta medicinal, por poseer antioxidantes que la misma genera al desarrollar un sistema inmunológico propio y que rejuvence nuestras células; a ser nociva para el organismo humano. ¡Optemos por lo orgánico! ♥
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