Por muy increíble que parezca, muchas personas desechan libros y hasta colecciones completas. Recolectores de residuos de la ciudad turca Ankara, notaron esto y en ellos surgió una excelente idea.
Este gran equipo se tomó el trabajo de tomar esas obras, clasificarlas y así crearon su propia biblioteca, reciclando al mismo tiempo una fábrica de ladrillos abandonada (en donde la instalaron). Ahora ese espacio es un predio cultural a donde TODOS están invitados para leer y jugar ajedrez en su tiempo libre.
El inmueble esta abierto al público hace siete meses y ya cuenta con 4.750 obras. Además de libros hay revistas, máquinas de escribir y los escritos que están inutilizables son revividos como apoya libros o se construyen lámparas mezcladas con tuberías de cobre. ¡Unos genios del reciclaje!
Al margen de tratarse de un emprendimiento ecológico, también cuenta con una barbería, cafetería, espacios de descanso y las oficinas de los administradores. Aún no conocemos otro lugar que opere de esta misma manera, pero sí podés contactarte con instituciones que necesitan donaciones de libros, consultándolos en la página de QuieroAyudar.org.
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Fuente: Concierto.
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