La exposición al FRÍO puede equilibrar nuestro organismo en varios sentidos
¿Supiste de la serie de Netflix de Gwyneth Paltrow que causó tantas repercusiones a nivel mundial? Se llama The Goop Lab y en ella exploran la efectividad de las terapias alternativas (o complementarias) para diversas enfermedades físicas o mentales.
Paltrow envía a un grupo de sus empleados a Lake Tahoe, Nevada, para darle una prueba a esta técnica de curación y puede verse que la práctica se basa en una combinación de terapia de frío extremo y técnicas de respiración especializadas.
Wim Hof, un atleta extremo de ascendencia holandesa, confirma que su método tiene una serie de beneficios para la salud que incluyen, entre otros, el equilibrio hormonal, la alcalinización del organismo, la reducción del estrés y una respuesta inmune mejorada.
Después de un día de aprender técnicas de respiración específicas, el equipo de Goop tiene el desafío de sumergirse en el agua a 4 ºC del lago. “El agua fría ayuda a aprender a manejar el estrés”, explica Hof. “Si aprendés a respirar profundamente, podés ir al frío y adaptarte. Te convertís en el alquimista de tu propia vida”.
Después de salir del lago, el grupo acuerda por unanimidad que las técnicas de respiración los han ayudado a conquistar temperaturas bajas y te acercamos resultados de estudios que parecen confirmar su conclusión.
Hay algo de ciencia detrás de las afirmaciones de este particular señor: en 2014, el investigador Matthijs Kox y Peter Pickkers, profesor de medicina experimental para cuidados intensivos, probaron su método, al someter a los sujetos a una inyección diseñada para inducir síntomas similares a la gripe.
Quienes habían sido entrenados con el método de Wim Hof mostraron menos síntomas ¡y demostraron la capacidad de controlar la respuesta de su sistema nervioso!
Un segundo estudio realizado por profesores de medicina en 2018, tuvo un resultado similar: “A través de la práctica extensiva de su conjunto de técnicas de respiración y exposición al frío, cambió la forma en que las áreas clave de su cerebro responden a las bajas temperaturas”, dijo el Dr. Diwadkar a BBC News.
“La capacidad de activar estas regiones cerebrales profundas puede tener efectos positivos en áreas relacionadas con desequilibrios psicológicos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad y procesos fisiológicos asociados a enfermedades autoinmunes”, continúa.
“Por supuesto, las técnicas que no caen bajo el dominio de la medicina tradicional merecen el mismo grado de evaluación y control científicos que aquellos que sí lo hacen”, concluye. Muchos estudios habían sugerido previamente que la terapia con agua fría podría ayudar a los pacientes con dolor postoperatorio, así como proporcionar un alivio del dolor casi instantáneo.
Sin embargo, nadar en agua fría puede ser muy peligroso y existe un riesgo significativo de hipotermia si no se realiza en un ambiente controlado.
También hay una posibilidad de que haya una falta de respuesta del cuerpo ante el cambio de temperatura, que puede afectar los músculos de los brazos mientras se nada, transportando a la incapacidad y un posible ahogamiento si la persona no es supervisada.
Quizás no tengas la chance de hacer la prueba de nadar en aguas frías, en ese caso recomiendan que se replique esto a los baños diarios en casa: ¡de paso ahorrás la energía que se usa en calentar el agua! por lo que también resulta ecológico 😃 Si lo probás, ¡contanos cómo te fue!
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Fuentes: Noticia Digital, Screen Rant, The Goop Lab.
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