Se viene Rio+20 y en boca de muchos ya se empieza a hablar del término de Desarrollo Sustentable. El objetivo de esta Cumbre de La Tierra es discutir el concepto de Economía Verde en el contexto de Desarrollo Sustentable y erradicación de la pobreza. Pero, ¿qué es el Desarrollo Sustentable?
La idea de Sustentabilidad como ciencia no es algo nuevo de los últimos años. Los orígenes de la Sustentabilidad se remontan al Club de Roma, un grupo de científicos que en 1972 publicaron el informe “Los limites al crecimiento”. En este informe presentaron distintas proyecciones sobre el futuro de la humanidad, dejando como mensaje principal que un crecimiento exponencial de la economía y por ende de la utilización de los recursos naturales, podría tener efectos catastróficos para nuestro planeta Tierra. Visionarios.
Sin embargo el comienzo del término de Desarrollo Sustentable se dio con la publicación del informe de Bruntland en 1987. Este informe, también conocido como “Nuestro Informe Común” (“Our common future” en ingles) es el que definió por primera vez al Desarrollo Sustentable, y es hasta la actualidad la definición más aceptada: “asegurar que se satisfasgan las necesidades presentes sin comprometer la habilidad de la generaciones futuras de satisfacer las suyas”. Escrito por una comisión seleccionada por la ONU, encabezada por la entonces ministra de Noruega, Gro Harlem Bruntland, el informe presentó 6 áreas donde se deben prioritizar las políticas en pos de lograr un Desarrollo Sustentable. Estas son (1) Población y recursos humanos, (2) Seguridad alimenticia, (3) Especies y ecosistemas, (4) Energía, (5) Industria, (6) Desafío urbano.
Ahora, algo esta faltando en esta definición ¿no?
¿Como llegamos a este Desarrollo Sustentable? O mejor dicho, ¿cómo se desarrolla este Desarrollo Sustentable? Aquí surge la mayor discusión, la cual tendrá uno de sus “rounds” más potentes en Río de Janeiro entre el 20 y 22 de Junio de este año.
Los movimientos indigenistas, Eco-socialistas, Eco-feministas, Eco-fachistas (si, existen!) hablan de Desarrollo Sustentable, al igual que el Banco Mundial, el OECD o al OMC. Claramente la discusión sobre Desarrollo Sustentable presenta una variada colección de miradas. Podemos agrupar estas distintas miradas en 3 grupos*: statu quo, reforma y transformación.
La primer vertiente (status-quo) ve el cambio a través de la gestión sustentable de las estructuras institucionales existentes; es un proceso de arriba para abajo e incremental. A su vez, consideran que desarrollo es crecimiento, por lo que el crecimiento económico es parte de la solución.
Los reformistas por su lado tampoco consideran que los problemas radican en las estructuras sociales y económicas del sistema, aunque si consideran que son necesarios cambios radicales en políticas y estilo de vida.
Por último, los “transformacionistas” perciben que el cambio hacia una sociedad sustentable es solo posible a través de acciones políticas que modifiquen las estructuras sociales existentes.
Un buen ejercicio a partir de ahora cuando alguien hable de Sustentabilidad o de Desarrollo Sustentable es incorporarlo en alguna de estas categorías. Ya que estamos hagamos ese ejercicio con la Economía Verde.
El informe de “Economía Verde”, término desarrollado y acuñado por el Programa Ambiental de las Naciones Unidas (PNUMA), expresa que “ecologizar la economía, no implica frenar el crecimiento de la misma, sino que es un nuevo motor de crecimiento. Una economía sustentable que genere trabajos decentes y ponga fin al problema de la pobreza.” ¿Ya estamos no?
Teniendo esto en cuenta, la postura de varios países latinoamericanos de no apoyar esta iniciativa no resulta muy llamativa. Sin embargo, según Carlos Villalonga de Los Verdes, la crítica de los países Latinoamericanos se da en realidad porque el concepto de Economía Verde va en contra del modelo de explotación de recursos naturales que llevan adelante los países Latinoamericanos. Un modelo económico que no entrá en la discusión de Desarrollo Sustentable.
La Economía Verde por su lado, es un concepto desarrollado por la escuela neoliberal de la economía, de aquella que se supo catalogar como “la economía”. Una de las grandes criticas al concepto de Economía Verde recae en su neutralidad, o conservadurismo en cambiar las estructurar actuales de poder. Conceptos ya conocidos como reducción de impuestos, mercados más desregulados o privativatización y comercialización de la naturaleza son moneda común en el proyecto de Economía Verde. Creer que una postura económica, la cual modificó las relaciones socio-ambientales en las últimas décadas destruyendo bosques, haciendo desaparecer humedales y agotando recursos pesqueros pueda traer soluciones a nuestro ya defenestrado medio ambiente, no resulta esperanzador.
Hoy, 20 años después de Rio’92, el mundo se encuentra a las vísperas de Rio’12, oportunidad en donde la comunidad internacional intentará, otra vez en el mismo lugar que hace 20 años, acordar las pautas para lograr un Desarrollo Sustentable global y traer esperanzas. Rio + 20 es un evento esperanzador, pero así como la esperanza viene, la esperanza se va. Algunos pocos parecen ya haber definido como debemos llegar a ese Desarrollo Sustentable, o quizás ya lo decimos entre todos y no nos dimos cuenta.
* Hopwood, B., Mellor, M., & O’Brien, G. (2005). Sustainable development: mapping different approaches. Sustainable Development, 13, 38-52.
Rodrigo Castro Volpe
DondeReciclo.org.ar
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Cada vez estoy tomando mas conciencia del cuidado del medio ambiente gracias al trabajo de uds.