
El hecho de que una empresa tome una medida ambiental también puede ser beneficioso en términos de rentabilidad. Así pasa en grandes hoteles del mundo entero, en donde cada vez es más común que destinen espacios de su predio para cultivar una huerta.
De esta manera, se sirven de su propia producción al momento de cocinar para sus huéspedes. Si bien puede ser costoso destinar personal a que mantenga esa huerta y prescindir de ese espacio para hacer, por ejemplo, más habitaciones o un lugar de recreación; se aprovechan otros beneficios.
Ahorran muchísima plata que les significaría trasladar alimentos. Al mismo tiempo, sus huéspedes disfrutan de las verduras, condimentos y frutas más frescas que cualquier otras; un servicio cada vez más valorado por el turista hoy en día… lo que destaca su gastronomía por encima de las otras ofertas, más vale.
Para que la elección sea a consciencia, el menú de sus restoranes suele tener una referencia que da aviso a sus comensales cuándo están consumiendo un alimento cultivado en casa, dándoles la posibilidad de optar por un producto sustentable u otro que no lo es.
Esto está altamente difundido en el continente asiático en países como Vietnam, Tailandia o Camboya. En el Four Seasons de Philadelphia te sorprenderías de la cantidad de terreno destinado a la causa (nada menos que 9 parcelas) y la terrazas del Wellington en Madrid ¡se ven lindísimas!
Fijate que así evitan los daños ambientales de la distribución de gran parte de sus alimentos y, sobre todo en ciudades así de grandes, estas huertas además son un pulmón que llenan de aire su atmósfera.
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