Esta es una ciudad minera alemana abandonada a principios del siglo XX en Kolmanskop, precisamente en el desierto de Namibia. En su momento se asentaron en búsqueda de diamantes y, unos años después y habiendo agotado todos estos minerales, abandonaron sin muchos rodeos la zona.
Lo cierto es que supo ser una localidad que refleja la sofisticada arquitectura europea, incluso la primera en tener la máquina de rayos X en África. Con ánimos de vivir como en casa, los alemanes edificaron entonces colegios, casinos, hospitales, salones de baile…
Parecería que todo lo tenían resuelto, sin embargo, sus monumentales mansiones no están hechas para el desierto ya que, por empezar, sus techos inclinados no resistieron las adversidades de su clima. En cuanto al resto de las instalaciones, las imágenes hablan por sí solas.
En ese momento esa región era una colonia alemana, por lo cual ellos disponían de cómo hacer y deshacer a gusto sus proyectos ahí. Asi es como, no solo explotaron sus minerales hasta no dejaron uno solo, sino que también abandonaron todo a su paso, dejando que la Naturaleza se encargue de sus desechos.
Solos algunas casas fueron restauradas con fines turísticos, quizás uno de los únicos beneficios resultantes para los locales, quienes ahora cuentan con una ciudad fantasma cerca de la costa.
De todas maneras, este lugar no es más que una única réplica de toda la desmedida explotación natural que sufrió el continente africano durante siglos. Por eso esta ciudad fantasma más que miedo, nos da mucha pena…
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