Ahora sí que se pasaron. Esta vez pintaron 20 mil metros cuadrados de color, dándole vida a todo el barrio las Palmitas, de Pachuca, en México. La organización de artistas Germen cambiaron así la vida de 209 familias que ahí residen y movilizaron a otros tantos que conocimos acerca de este macromural.
Orgullosos de pertencer al país que fue pionero del arte callejero y la denuncia social por medio de los grafittis o el muralismo, Germen se apropió de esta cultura para reavivarla a su manera. Por eso inmortalizan sus mensajes al dejar su impronta en espacios públicos, también en los privados; siempre sustentados en su profunda consciencia social y deseo de cambio.
Entre los problemas que los conmueven, está la violencia y las adicciones en los jóvenes de bajos recursos: chicos viviendo una etapa clave de su vida, en la que se basará su futuro y de los que vendrán. Asi es como atraen a pandilleros a modo de mostrarles los beneficios de encausar su modo de expresión en un positivo fin comunitario.
En este proyecto particular, primero pintaron todo de blanco y después aplicaron la distribución del color para conformar este inmenso arcoiris que atraviesa, salta y se esconde entre todos sus pasillos, tocando la vida de tantos. Es un verdadero placer apreciarlo desde dentro.
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