Un emprendedor sostenible, nos acerca estas composteras clave para todo tipo de balcones y patios 🌱
Alejandro tiene 34 años y hace ya cinco que fabrica composteras. Se dio cuenta de que quería dedicar su vida a hacer, o más bien producir, un impacto positivo en nuestra ciudad, Buenos Aires. Tras años de trabajar en la industria del diseño y pasar horas frente a una pantalla se dijo a sí mismo: “quiero cambiar de rumbo, buscar algo nuevo, hacer algo que me llene”.
Después de un viaje largo por el exterior, en el año 2013, sus seres queridos lo incentivaron a que se animara: él podía ser un agente de cambio, independizarse, ser un poco más libre y dedicarse a algo que le hiciese bien a él, al ambiente y a las personas que lo rodean. Ser sostenible.
Se levanta bien temprano, prepara sus cosas y pedalea unos cuatro kilómetros en bicicleta hasta su taller en Villa Maipú, casi al lado de Tecnópolis. “Si contamos con objetivos grandes, tenemos que hacer un esfuerzo grande para alcanzarlos”, me comparte durante una pausa en su jornada laboral del taller.
Un ejemplo de disciplina y perseverancia. Terranova, su proyecto de composteras crece de forma ininterrumpida desde sus inicios, aún siendo un año en el cual el país enfrenta una grave crisis económica y social.
Alejandro hoy fabrica unas 80 composteras al mes (400 unidades en lo que va del 2020) y cada una de ellas cuenta con una capacidad promedio de 80 litros. Esto permite que una familia tipo de cuatro personas transforme los 280 kilos de residuos orgánicos que genera al año, en 84 kilos de abono de primera calidad. ¡Incluso ese abono después puede comercializarse! Costando hoy 40 litros, $1400 pesos argentinos aproximadamente.
Hoy Alejandro, como todo emprendedor que busca crecer, tiene el enorme desafío de empezar a delegar parte de sus tareas y dedicarse cada vez más a aquello que solo él puede hacer. Así le surgen preguntas como: ¿cuál es el propósito de Terranova?, ¿dónde se ve a sí mismo en cinco años?, ¿cuáles son sus objetivos y cuál es el plan de acción para lograrlos?
Ni hablar de la destreza que requiere el sortear los innumerables desafíos que un contexto de crisis continuas que un país como la Argentina postula para sus habitantes.
Sin embargo, entiendo que aquellos que están buscando ser cada día más sostenibles y conectarse con un propósito mayor, parecen tener viento a favor y estar contenidos por algo más grande. Tal vez algún día entendamos lo que eso es.
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