Él recuperó 3 millones de hectáreas desertificadas con una técnica natural

Yacouba Sawadogo es el agricultor que detuvo el desierto, aún cuando nadie creyó en su visión, por que ¿qué sentido tenía aspirar a crecer vegetales y árboles en una zona con tan escasa lluvia, que además estaba desolada? Para todos sus pares, su propósito era un caso perdido.
Él ahora está dedicando su vida a detener el desierto, plantando árboles donde antes sólo había tierra árida, logrando convertirla en suelo fértil.
Yacouba logró transformar la tierra desertificada no por causas naturales, sino por acción del hombre; demostrando cómo los agricultores pueden regenerar el suelo con un uso innovador de los conocimientos indígenas y locales.
Desde 1980, durante un período de grave sequía, Sawadogo consiguió plantar más de 40 hectáreas de bosques en tierras anteriormente estériles y abandonadas entre Burkina Faso y Níger. Hoy en día, más de 60 especies de árboles y arbustos viven gracias a él: es sin duda uno de los bosques más diversos plantados y gestionados por un agricultor en la franja del Sahel.
¿Un milagro tecnológico? No, en absoluto. De hecho, Sawadogo se basó en el conocimiento tradicional, incluyendo el análisis de pozos (llamados Zaï en el idioma local) para la conservación del suelo, el agua y la biomasa. El agricultor continuó perfeccionando la técnica a lo largo de los años, aumentando las cosechas y plantando árboles con éxito.
Los Zaï ayudan a conservar y optimizar el uso del agua de lluvia y a mejorar la fertilidad del suelo; incluso en los pozos en donde ubica las plantas, también combina compost y restos orgánicos para preservarlas de las plagas y retener nutrientes. Gracias a esta gestión, los agricultores producen cosechas hasta en años de sequía.
A su vez, los árboles plantados junto a los cultivos se usan para enriquecer el suelo, generarles sombra, producir forraje para el ganado y crear oportunidades de negocio a la comunidad como la apicultura. Sin dudas, son soluciones que ayudan a los agricultores a adaptarse al cambio climático, reducir la pobreza rural y prevenir los conflictos locales por el agua.
Así fue reconocido con el Premio Nobel Alternativo (Right Livelihood Award), a lo que expresó: “Me siento muy honrado de recibirlo, por que me permitirá perseverar en mis esfuerzos por proteger el bosque y la vida silvestre. Espero que la legitimidad proporcionada por este premio ayude a inspirar y animar a muchos otros a regenerar sus tierras en beneficio de la naturaleza, las comunidades locales y las generaciones futuras”, dice Sawadogo.
Con el tiempo, su trabajo ha sido cada vez más admirado y siempre está dispuesto a compartir sus conocimientos, organizando cursos de formación para ayudar a los agricultores a regenerar sus tierras.
Como resultado, millones de hectáreas de tierras gravemente degradadas han sido restauradas a la productividad en Burkina Faso y Níger. Ole von Uexkull, director ejecutivo de la Fundación, comentó:
Yacouba Sawadogo prometió detener el desierto y lo logró. Si las comunidades locales y los expertos internacionales están dispuestos a aprender de su sabiduría, será posible regenerar vastas zonas de tierras desertificadas, reducir la migración forzada y consolidar la paz en el Sahel.
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Fuentes: Ecoinventos, La Vanguardia, Yacouba Sawadogo – The Man Who Conquered the Desert
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