Ellos atrapan nubes de la forma más simple y así las aprovechan para…
¿Creés que es posible captar un puñado de nubes para un fin indispensable? Asi sucede de verdad: muchas civilizaciones se enfrentan a la escasez de agua, pero en Perú y Chile (en el desierto de Atacama, por ejemplo) empezaron a compensarlo con atrapanieblas, que ahora también se exportan a otras zonas áridas de Guatemala y México.
Se construyen estructuras de bambú o metal, que entrelazan finas redes, dispuestas a tomar la neblina del aire y condensarla en gotas. Éstas se deslizan y caen por canaletas que luego desembocan en cisternas en donde se almacenan.
Si bien esta agua no es potable, se puede aprovechar para fines que no incluyan consumo: lavado de ropa o platos, más que nada el riego de las tierras. Siendo una solución bastante económica y sobre todo sustentable, ¡felicitamos a aquellos agricultores que se animaron a implementarla!
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