¿Por qué es saludable consumir lácteos vegetales?
Muy simple: cuando vemos a una mamá amamantando su bebe, no se nos ocurre pedirle un sorbo… por que ya no somos lactantes. Lo mismo le sucede al novillo, ya no quiere la leche de su mamá, la vaca, ¡ahora quiere el pasto!
La leche materna es únicamente para el momento de la lactancia, ya que después pasa a ser nociva porque nuestro cuerpo que no tiene las enzimas necesarias para digerirla. ¡Y mucho peor es cuando pretendemos consumir leche de otra especie!
¿Por qué motivo? La vaca tiene cuatro estómagos y nosotros solo uno. Es por esto que su leche es sumamente ácida y esto afecta nuestra sangre haciéndola más propicia para que los virus y bacterias tengan un ámbito para desarrollarse.
La leche de vaca es buena para el ternero, pero es muy contraproducente para los humanos, cuyos cuerpos se defienden generando mucosas en exceso. Por eso es que proponemos un cambio de hábitos que, además de saludable, es mucho más rico.
¿Cómo preparar un litro de leche de almendras?
♥ 50 g de almendras o fruto seco a elección.
♥ 1 litro de agua.
♥ Una pisca de sal rosada o marina.
♥ Esencia de vainilla natural.
♥ Una cucharada de miel, azúcar mascabo o dátiles.
♥ Dos cucharadas de aceite de oliva o coco.
Las activamos durante toda la noche, lo que significa dejarlas en remojo con agua filtrada y lo taparlas para evitar visitantes inesperados. Por medio de este procedimiento, “despertamos la vida” de las semillas y frutos secos, que están en estado latente.
Ordeñamos la leche con una bolsa especial o paño o colador fino, hasta la última gota, la parte final del filtrado contiene una gran concentración de nutrientes. El bagazo, es decir, la fibra que resulta del filtrado, lo guardamos para usar en otras preparaciones. Después volvemos a llevar la leche a la licuadora para activarla así queda bien rica.
Le agregamos unas gotas de esencia de vainilla natural, una pizca de sal rosada, una cucharadita de miel orgánica y un chorrito de aceite de oliva suave o de coco, para aportarle cremosidad. Licuamos nuevamente y tendremos una leche super cremosa y espumosa, a la que también podemos agregarle un poco de canela o cardamomo. También se puede reemplazar la miel por azúcar mascabo o dátiles.
Sin embargo, es importante no exagerar con los aditivos para que sea suave y delicada.Estos ingredientes se consiguen en cualquier dietética. De todas maneras, este mismo procedimiento podemos hacerlo usando cualquier otro fruto seco ó semilla: nueces, avellanas, sésamo, quínoa… ¡A probar! 😀
Es una nota de Ana Silveyra: anasilveyra33@gmail.com. Podés escribirle ante cualquier duda.
Comentarios
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Qué bien, gracias en nombre de la salud pública y de los animales y el medioambiente por publicar esto
es verdad! pero es muy rica igual aplicada tibia… lo que ocurre es q se separa la grasa de la almendra y queda como “agua y aceite”
Podrían decir que temperatura resiste la leche de almendras para beber con café, escuché que no resiste altas temperaturas
Estimados sus dichos carecen de sustento cientifico. Por favor citen fuentes confiables con estudios donde se verifique lo.que ustedes indican. El argumento de lo que hace un ternero nada tiene que ver con el ser humano. Ese tipo de comentarios y argumentos es el mismo que utilizan para pensar que las vacunas producen autismo.
Mauro, cómo estás? Buena observación la tuya. Desde ya que hemos consultado profesionales y médicos a la hora de hacer esta nota. Basicamente, lo que nos transmitieron es que realmente el cuerpo humano NO esta preparado para consumir leche de vaca SIN EMBARGO, nos adaptamos a ello. Seguimos en contacto