
El pez no sabe que vive en el agua… ni el ser humano tampoco conoce tanto su contexto, a pesar de la cantidad de estudios e investigaciones de todos los rubros y colores. Nosotros creemos que la clave para la evolución de la raza humana se da en la convergencia de culturas, por eso hoy queremos acercarnos a los mayas.
Una de las civilizaciones más antiguas de nuestro planeta y, por ende, se la reconoce como de las más evolucionadas, después de tantas lecturas de los astros ampliaron su cosmovisión a tal punto que crearon su propia cuenta de tiempo.
Por su parte, el Calendario Gregoriano rige nuestra cultura Occidental, únicamente guiada por los ciclos del Sol. Se dividen los 365 días del año en 12 meses, asignados sus días de manera artificial, en un principio con el fin de marcar los días del pago de impuestos.
La energía del sol, por nada negativa pero excesivamente masculina, como tal se caracteriza por la acción pura, el ir hacia afuera, el trabajo y búsqueda de resultados concretos, lo que se traduce casi literalmente en la adquisición de dinero.
Por eso los estudiosos de los mayas dicen entonces que nuestra cosmovisión filosófica sostiene que “el tiempo ES dinero”. Si lo pensamos unos minutos esto tiene sentido: trabajamos 5 o 6 días de la semana para llegar a fin de mes. ¿Llegar? ¿Hacia dónde? A pagar nuestras cuentas, tener la plata necesaria para sobrevivir este período de tiempo. Esto es un estilo de vida general, que nos une a casi todo residente de las grandes, medianas y hasta pequeñas ciudades también.
En cambio, el Calendario Maya incluye los ciclos de Venus y la Luna, de energías meramente femeninas; (quizás son dos ciclos más agregados por la VERDADERA necesidad de compensar la fuerte masculinidad del Sol). Lo femenino entonces es la receptividad, la conexión con el inconsciente, nuestros sueños, la misma contemplación y capacidad de reflexión. ¡Atributos tan necesarios para sobrevivir en esta vorágine!
Este video, no sabemos cuán fiel es a la realidad, pero se vé muy poético al fin y muestra el trazo que se dibuja en la interacción entre la Tierra y Venus al girar alrededor del sol. Este planeta tiene una fuerte incidencia en nuestros ciclos, claves para administrar los cultivos de nuestros alimentos por ejemplo.
La Luna, por su parte, aporta sus ciclos de 28 días haciendo del año un conjunto de 13 meses homogéneos como ellos solos. En lugar de haber años bisiestos cada 4 años, cada año tendrá un Día Fuera del Tiempo, o bien, el conocido también año nuevo maya que se festeja con todo los 25 de julio. Estos tres ciclos confluyen en único calendario a la perfección.
Al alinearnos con esta cuenta de tiempo, José Argüelles, uno de los más reconocidos intérpretes del calendario afirma que nuestra cosmovisión pasa a arraigarse en la concepción de que ” el tiempo es ARTE”. Por este motivo, nuestro trabajo transmuta en destinarse meramente a la ganancia de plata, a enriquecernos como personas en la creatividad que cada energía diaria propone, como partes de este increíble todo que somos.
Calculá cuál de éstos es tu Signo Maya para saber en qué día de su calendario naciste y, por ende, cuál es la energía que te guía. Si estás un poco al día con tu carta astrológica, vas a darte cuenta de cuántas cosas coinciden, pero son transmitidas con otro lenguaje. Unos verdaderos grosos estos mayas.
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