
La naturaleza nunca deja de sorprenderme y es así como en Neuquén me regaló una imagen única: un bosque de árboles de más de un siglo, hundido en las aguas de un lago. Fue hace unos días, cuando visité el Sur de nuestro país y, en mi paso por Villa Traful, conocí este famoso bosque sumergido. Se dan excursiones todos los días (muy accesibles en cuanto a lo económico) y, para llegar, hay que tomarse un gomón desde el muelle que solo tarda 15 minutos en cruzar hasta ahí.
Cuando llegué a la zona, vi algo impresionante: desde la superficie emergen cipreses que, si bien ya no están vivos, sus troncos y ramas platinadas parecen formar parte de un bosque encantado muy particular. Además el lago Traful es tan claro que desde el bote percibí cómo surgen estos gigantes naturales desde el fondo, algunos saliendo del agua aún estando hundidos a 40 metros de profundidad.
¿Pero cómo es que hay árboles de pie en aguas heladas? Sucede que esa parte del Parque Nacional Nahuel Huapi está geológicamente en movimiento y es por eso que, cincuenta años atrás, una placa entera de roca con una porción de bosque se deslizó hacia el lago.
Siendo que los cipreses tienen la particularidad de extender sus raíces entre las grietas de las rocas, en donde se forjan firmemente, al hundirse ésta los árboles quedaron erguidos de todas maneras. Sumado a esto, el frío del agua es lo que mantuvo en buen estado a los troncos, dando como resultado este extraordinario caso.
¡También se puede bucear ahí! Y apreciar este ecosistema desde esta óptica sí que es una experiencia inolvidable, por que parece otro mundo realmente… Sin dudarlo, te recomiendo una visita a esta joya escondida en la Patagonia
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