Solo al ver las imágenes de este espacio se nos transmite un fuerte mensaje: se percibe como si cada detalle fuese hecho con el amor y calidez propio de lo artesanal. Más que eso: cada elemento parece contar una historia. Y es así realmente.
Este edificio es un monumento vivo a la unión comunitaria que consiguieron los habitantes de la ciudad Kamikatsu en Japón, ya que sus vecinos emprendieron entre ellos mismos el tratamiento de sus desechos, obteniendo grandes resultados.
Hilvanando una red para canalizarlos por 34 categorias distintas, a su vez poseen un centro de trueque en el cual llevan los objetos que ya no utilizan a modo de donarlos a quien sí desee darle uso. Asi es como llegan a reciclar el 90 % de sus desechos sin planificación municipal alguna, es decir, que no se valen de ningún circuito de recolección, ni contenedores de residuos diferenciados provistos por organismos gubernamentales.
Otro resultado especial que obtuvieron a causa de este trabajo en conjunto fue la edificación de este hotel que acá mismo ves, llamado Kamikats Public House. Todo material que lo conforma fue recuperado y hasta cuenta con una fábrica de cerveza con pantallas en donde informan a los consumidores qué materiales pueden ser reutilizados.
Creemos que este tipo de logros tangibles pasan a ser más valiosos que las funciones concretas que puedan llegar a cumplir. Es decir, que este edifico ya funciona como un eterno aviso a los ciudadanos de Kamikatsu, que les deja en claro cuántos emprendimientos lindos se pueden concretar siempre que un grupo de gente se enfoque en lo posible, realizable y positivo para todos.
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