Querían que los ancianos fueran al geriátrico a vivir y no a morir, por eso llevaron una …
La depresión y la soledad pueden ser los factores disparadores de enfermedades en la vejez, y más potenciado aún si los mismos se encuentran en geriátricos u hogares de cuidados. Es por esto que un establecimiento decidió hacer algo al respecto y revertir este diagnóstico.
Hablamos del Providence Mount St. Vincent conocido como The Mount, ubicado en Seattle, Estados Unidos. Y no se trata de un hogar cualquiera, ya que cinco días a la semana los residentes comparten las instalaciones con pequeños de hasta 5 años; dinámica que le ha devuelto la vitalidad a los mayores ya que se la pasan un buen rato riendo, jugando y disfrutando de la jovial compañía de quienes recién comienzan a dar sus primeros pasos en esta vida.
Los infantes, junto a los profesores que los acompañan a visitar a los ancianos, forman parte del Intergenerational Learning Center (Centro Intergeneracional de Aprendizaje), un centro preescolar de cuidado de niños sin fines de lucro y con licencia estatal para funcionar.
Según el propio Centro, el programa fue diseñado para evitar la soledad y el aburrimiento que se genera producto de la avanzada edad y por estar recluido en un geriátrico. “Queríamos una comunidad viva y vibrante, para asegurarnos de que este fuera un lugar donde la gente venga a vivir, no a morir”, dijo Charlene Boyd, administradora del centro.
Lo mejor de esta actividad en beneficio mutuo entre distintas generaciones es la relación generada entre ambas partes. Numerosos estudios establecen que la interacción social retrasa el deterioro mental, provoca una tensión arterial baja y un menor riesgo de enfermedad y muerte en los ancianos. Para los niños, aumentan las sonrisas y la fluidez de las conversaciones, además de que ganan mucha experiencia al estar en contacto con adultos.
La dinámica consiste en 5 visitas por semana, de 20 minutos como mínimo en las que los ancianos observan los salones de clases y participan de las actividades realizadas para los niños. Con todo, quienes trabajan en el geriátrico concuerdan que desde que los niños llegaron allí, “los residentes volvieron a la vida”.
Fuente: Big Bang News.
Comentarios
Powered by Facebook Comments