Cuando creímos que habíamos visto todo resurgen maravillas naturales que, no por menos populares, dejan de ser WOW!!! Impactantes.
La Playa Diamante, por ejemplo, es en una laguna al sudeste de Islandia en donde hay un glaciar del cual se desprenden grandes bloques de hielo y de los que se comprobó que llegan a tener mil años de antigüedad. Dicen que a la tarde la orilla se ve muy especial, por que éstos llegan ahí en grandes y pequeñas formas que reflejan la última luz del día viéndose como diamantes.
Al Algar de Benagil en Protugal, se accede solo por mar: en alguna embarcación o nadando. La sorpresa se dá cuando entrás ahi, ya que en esa cueva hay una playa de arena y no es para nada oscura. Al contrario, en el centro hay un hueco que deja pasar la luz del sol iluminándola toda.
A las playas de las Catedrales en Galicia se las considera una de las más lindas de Europa. En ella se formaron acantilados con bóvedas y arcos naturales que te recuerdan a la estructura de una catedral, pero solo pueden apreciarse cuando la marea está baja, por que eso es lo que te permite caminar por debajo.
Por su parte, a la Escondida en las Islas Marietas de México, si no llegás nadando, sólo podés conocerla desde una vista aérea. Una vez que percibís este paraíso, no te caben dudas de que es un perfecto ecosistema de flora y fauna ¡ahí viven más de 90 especies de pájaros! Son nativas y migratorias que les encanta anidar, reproducirse y refugiarse ahí.
Es así justamente: todos estos espacios son para nosotros un paraíso, pero para millones de organismos y seres vivos son de verdad su hogar. ¡Qué bueno sería que tengan el cuidado que merecen, para que podamos disfrutarlos por muchas generaciones más! =)
Comentarios
Powered by Facebook Comments