
Las cajas de huevos o maples generalmente están hechas de papel y cartón reciclado. Entre las típicas que se encuentran en los supermercados suelen estar también las de plástico, compuestas por materiales reutilizados, como puede ser botellas.
¡Ambas son reciclables!
Además, las de cartón también son biodegradables y compostables.

Para facilitar su reciclaje, deben mantenerse limpias y secas, sin que se contamine el material con otros productos o líquidos como grasas y aceites.
Por último, ¡podés evitar su uso! Podemos limitar el volumen que generamos de este residuo comprando huevos en almacenes de barrio, granjas o mercados cercanos en lugar de acudir a una cadena de supermercados. Además de apoyar a los productores locales, muchas veces nos permiten traer nuestras propias cajas para la próxima docena.
Fuente: GEA Sustentable 

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