En base a la desmedida cantidad de desechos que generamos, el artista Artur Bordalo los convierte en esculturas que representan animales, con el fin de que nosotros también nos animemos a reciclar nuestros hábitos de consumo y los modifiquemos por un estilo más austero.
“La idea es representar a la Naturaleza misma con materiales que son responsables de su destrucción”, explica. Es por eso que en general se vale de residuos con gran dificultad de volver a la cadena de uso, como son los automovilísticos: sus neumáticos, las puertas, toda su estructura en general.
Es loco, ¿no? Siempre pensamos en la contaminación que generan los autos al andarlos literalmente (en términos de combustión y CO2 liberado), pero nunca tanto en los costos de producción y mucho menos qué pasa cuando ya no se los pueda usar más… Lo cierto es que aprovechar ese material tiene su complejidad y no siempre puede darse en un 100%.
Como verás, se las rebusca para presentarlas con muy buen criterio estético y, si te fijás su tamaño en relación a una persona ¡vas a ver que son de gran magnitud también! Esto provoca una influencia enorme en su público, logrando difundir con mayor eficacia su mensaje.
Con 29 años, ya creó más de 20 esculturas de este tipo (“collage de objetos” las llama él) en el espacio público de su ciudad, Lisboa, también entregó más de cien obras de menor escala a particulares. Así es como las imágenes ya están circulando por el mundo entero y sigue conmoviendo a mucha más gente.
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