Siempre aparece esa persona que mira para otro lado cuando empezamos a hablar de reciclaje, diciendo que en realidad no vale la pena. Y para justificarse, utiliza y reutiliza una catarata de frases comunes entre los desconfiados del reciclaje.
En esta nota, vamos a romper con los falsos testimonios, esos mitos del reciclaje que pueden hacerte dudar de que sea el mejor ejercicio diario para el mundo.
“Para qué me voy a gastar, si termina quedando igual mezclado con todo en los vertederos”
No es cierto: cada vez hay más iniciativas para darle un final responsable a los residuos. El reciclaje es prácticamente una obligación para todos los ciudadanos, porque, si bien no se recuperan todos los materiales, se reduce a menos de la mitad la cantidad de desperdicios amontonados a cielo abierto.
“El reciclaje es un negocio y nosotros no nos beneficiamos con nada”
El reciclaje tiene un costo, y una mano de obra importante y eso es innegable. Pero, reciclando materiales, las empresas tienen un cierto ahorro en la producción de nuevos artículos, pudiendo ocuparse de más políticas sustentables, minimizando el consumo de recursos naturales (tala de árboles, explotación minera, o cualquier otro). Reciclando, la ganancia viene por otro lado: ganás un mundo mejor y más limpio.
“El transporte y logística contamina lo mismo que terminás salvando”
El transporte no es ni cerca igual de contaminante que la cantidad de basura sin reciclaje. Además, existen muchos puntos de recolección en cada uno de los barrios, que se encargan de juntar una gran cantidad de reciclables antes de enviarlos a las plantas, reduciendo la cantidad de viajes necesarios. Incluso, algunos de los puntos de recolección funcionan directamente como plantas de reciclaje.
“Sale más caro reciclar que trabajar materiales nuevos”
Definitivamente, no es verdadero. Reciclando, aprovechamos las materias primas que ya fueron extraídas y las ponemos de nuevo en circulación. Para empezar, se ahorra energía en el proceso de extracción de materiales, evitando una alta contaminación del agua y del aire en ese proceso. Reciclar termina ahorrando mucho más (en costos y recursos) de lo que ahorran las producciones con materiales vírgenes.
“Las empresas grandes son las responsables. Nosotros no tenemos la culpa de nada”
La empresa produce, sí. Pero ¿quién compra? Como consumidores, tenemos la misma responsabilidad que los productores, desde el momento en que los materiales se ofertan según nuestras demandas. Es cierto que los productores tienen que tomar acción por sus productos después de su vida útil, pero nuestro interés y colaboración como consumidores va a ser lo que impulse las acciones ecológicas adelante.
“Los productos reciclados son de mala calidad”
Absolutamente falso. Al reciclarse, los materiales son tratados para aprovechar al máximo sus propiedades. Por ejemplo, como el papel pierde sus propiedades muy rápidamente, suele merzclárselo con fibra virgen para obtener nuevamente papel de calidad. Otros productos, como el bronce o el vidrio, pueden reciclarse sin perder en ningún momento sus propiedades.
Reciclar no es una pérdida de tiempo, sino más bien a la inversa. Cuanto más tardemos en empezar, más tiempo vamos a estar perdiendo.
Podés empezar a sumar hábitos sustentables firmando tu Contrato con el Medioambiente y empezar a ayudar al mundo desde tu propia casa.
Encontrá puntos cercanos para llevar tus reciclables en nuestro Mapa Donde Reciclo.
Ahora que sabés la verdad de estos mitos del reciclaje, ¿cuál es tu excusa?
Comentarios
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En los mapas no figuran muchos puntos donde reciclar en zona norte, por ejemplo vidrio, aceite, tetrabrik.
donde puedo reciclar cds en buenos aires?